miércoles, 18 de febrero de 2015

MODERNISMO Y GENERACIÓN DEL 98

 Leer, leer, leer, vivir la vida
        que otros soñaron.
Leer, leer, leer, el alma olvida
        las cosas que pasaron.
  Se quedan las que quedan, las ficciones,
        las flores de la pluma,
las solas, las humanas creaciones,
        el poso de la espuma.
Leer, leer, leer; ¿seré lectura
        mañana también yo?
¿Seré mi creador, mi criatura,
        seré lo que pasó?


Leer, leer, leer, vivir la vida
        que otros soñaron.
Leer, leer, leer, el alma olvida
        las cosas que pasaron.
  Se quedan las que quedan, las ficciones,
        las flores de la pluma,
las solas, las humanas creaciones,
        el poso de la espuma.
Leer, leer, leer; ¿seré lectura
        mañana también yo?
¿Seré mi creador, mi criatura,

        seré lo que pasó?

La literatura española de fin de siglo





martes, 10 de febrero de 2015



Rubén Darío

EL CISNE
Fue una hora divina para el género humano.
El Cisne antes cantaba sólo para morir.
Cuando se oyó el acento del Cisne wagneriano
fue en medio de una aurora, fue para revivir.

Sobre las tempestades del humano oceano
se oye el canto del Cisne; no se cesa de oír,
dominando el martillo del viejo Thor germano
o las trompas que cantan la espada de Argantir.

¡Oh Cisne! ¡Oh sacro pájaro! Si antes la blanca Helena
del huevo azul de Leda brotó de gracia llena,
siendo de la Hermosura la princesa inmortal,

bajo tus alas la nueva Poesía
concibe en una gloria de luz y de harmonía
la Helena eterna y pura que encarna el ideal.


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